sábado, 18 de abril de 2009

Imprimir un aire nuevo a mi andanza. Desprenderse

Además de lo expuesto, también por cuestiones morales, filosóficas, humanitarias, y pensando en encarar las adecuaciones que tendremos que acometer frente a los cambios de vida derivados de las perturbaciones en los patrones climáticos que nuestra actividad ha provocado, tengo la necesidad de virar el rumbo. Foto del Mariposario

Tenía un buen trabajo, Biólogo en una finca en Lanzarote, llevando un mariposario (500m cuadrados)y un aviario (1500m cuadrados) donde hacía de paisajista, erpetólogo, jardinero, limpiamierdas, botánico, fontanero… todo lo que puede conllevar la recreación de un ecosistema, una experiencia fantástica, mucho trabajo y muy satisfactorio. Además no estaba solo, y el ambiente en La Finca era bueno, el salario no era malo y el patrón un hombre excepcional.

A pesar de estas buenas condiciones y de una forma de vida establecida y con relativa comodidad, surge la necesidad de hacer algo diferente, puesto que considero que es oportuno tomar ciertas determinaciones y siento que es el momento de hacerlo.

Aunque hablo en primera persona, no estoy solo, tengo mujer y dos hijas, padres, madres, amigos… todo ha sido sopesado y hablado, y sobretodo con mi núcleo familiar que siendo cuatro somos uno, además en un momento que no está el horno para bollos…

2 comentarios:

Manolo dijo...

Precisamente ahora, es cuando el horno está para "nuevos bollos". Tú, amigo Fran, eres de los que siempre tendrán"la bombilla" encendida como, en los cómics.
Un abrazo animoso
ManoloCervera

Anónimo dijo...

Querido ser, acabo de acercarme a usted por mediación de doña Pilar, que insistiendo su intuición en que usted y yo congeniamos de alguna manera, nos ha dejado unos enlaces para husmear uno en el otro...

He de decirle que lo poco que he podido leer me parece un torrente de inspiración, con un grado de sinceridad y honestidad muy de apreciar en estos tiempos.

Y dejando que la vida siga su curso le dejo unas palabras, pues es la unica forma que uno tiene a veces de conducir su destino.

Un saludo
Carlos Martínez
www.marfranco.net